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Pinzado del bonsai
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El pinzado o despuntado son los cortes realizados en las ramas jóvenes, generalmente en ramas terciarias. El objetivo del pinzado es acortar la brotación nueva, ya que al eliminar estas yemas apicales, la energía se distribuye entre las yemas axilares provocando la ramificación secundaria, dotando al bonsai de más vigor.
Es una poda complementaria, y sirve para mantener la formación del árbol a la vez que obtenemos más frondosidad. Teniendo en cuenta que cada árbol tiene su forma de hacer el pinzado.
Otra finalidad del pinzado es el aclareo, de esta forma evitaremos que las ramas internas se estropeen por la falta de luz solar.
Con el pinzado equilibramos la fuerza de los brotes, frenando los más fuertes y favoreciendo los débiles (generalmente los interiores). Generalmente se efectúa con tijera (MEKIRI), aunque en arboles ya formados, que deseemos mantener la silueta o espesar lo efectuaremos con los dedos (METSUMI).
Se efectúa a lo largo de toda la época de crecimiento, en primavera, alargándose hasta principios de otoño dependiendo de la latitud y de la especie con que trabajemos.
Hay que tener en cuenta que se puede empezar a pinzar cuando las ramas tienen cierto tamaño, entre 7 u 8 hojas; pues pinzar demasiado pronto puede debilitar al árbol.
La herramienta que utilizaremos para efectuar el pinzado es la tijera pinzadora. Se trata de una tijera más fina que la de poda, pues las ramas son de menos grosor. Es una herramienta indispensable para el mantenimiento del bonsái y de la que haremos un gran uso, por lo prolongado del periodo de pinzado y la gran cantidad de ramas a cortar.
Su forma es más alargada para tener acceso hasta los brotes más interiores de la copa. Existe una tijera hibrida entre la de poda y la de pinzado con la que además podremos cortar ramas más gruesas. Con los pinzados obtendremos una gran densidad de ramitas, que deberemos ir aclarando para ordenar y permitir el paso de la luz y el aire, previniendo así de plagas y enfermedades.