Euphorbia Lactea

Cuidados de la planta Euphorbia lactea cristata o Planta cresta

El género Euphorbia se incluye en la familia de las Euphorbiaceae y lo forman más de 2.000 especies de plantas cactiformes (con aspecto de cactus), plantas herbáceas y arbustos o arbolitos. Algunas especies de dicho género son: Euphorbia lactea, Euphorbia obesa, Euphorbia pulcherrima, Euphorbia resinifera, Euphorbia canariensis, Euphorbia candelabrum, Euphorbia milii, Euphorbia trigona, Euphorbia bivonae, Euphorbia characias, Euphorbia balsamifera, Euphorbia echinus, Euphorbia lambii, Euphorbia rigida, Euphorbia handiensis, Euphorbia coerulescens, Euphorbia leucocephala.

Se conoce por los nombres vulgares de Planta cresta, Euforbia crestada, Planta crestada o Planta candelabro crestada. Es una especie oriunda de India y Sri Lanka.

Son euforbias cactiformes de curiosos tallos crestados y ondulada de color verde con manchas amarillentas, rosas o violetas. No tienen hojas pero presentan espinas negras en partes de sus ondulantes costillas. No suelen florecer.

Estas plantas de crecimiento muy lento y fácil cultivo suelen utilizarse en macetas como plantas de interior o de terraza. Si el clima lo permite son aptas para rocallas y jardines de cactus y suculentas.

La Planta cresta necesita una exposición luminosa con algunas horas de sol diarias mejor a primera hora de la mañana. No le conviene el sol directo en las horas centrales del día. La temperatura invernal no debería ser menor de 10 ºC.

El suelo puede ser un sustrato comercial para cactus. El trasplante se hace en primavera pero dada su tasa de crecimiento tan lenta se realiza pocas veces.

Regar moderadamente ya que resisten muy bien la sequía a razón de una vez cada 10 días en verano. Conviene esperar a que se haya secado la tierra por completo. En invierno suspender los riegos si se cultivan en exterior y regar una vez al mes como mucho en interiores.

Será suficiente con un abonado mensual con fertilizante mineral para cactus en primavera y en verano.

No necesitan poda.

El único peligro grave para estas plantas es el exceso de riego que provoca pudrición de tejidos.

Se multiplican por esquejes en primavera que dejaremos secar durante 1 semana en un lugar fresco e iluminado. Hay que tener cuidado con el látex irritante de estas plantas.